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domingo, 20 de febrero de 2011

"El hombre es un animal político." Aristóteles

ARISTÓTELES  (384-322 a.C.)


La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia. Aristóteles.
I. Introducción o marco histórico político social y cultural:

Nace en el 384 a .C. en la ciudad de Estagira –de ahí que se le llame el filósofo Estagirita o el Estagirita sin más-, una colonia griega,  al norte del Egeo. Para los griegos del sur, estos pueblos eran casi bárbaros. Las relaciones de Aristóteles con Macedonia fueron amplias. Siendo muy joven se trasladó a Pella porque su padre había sido nombrado médico de la corte. Aristóteles llegó a Atenas en el 367 a .C. para estudiar en la Academia de Platón donde fue su discípulo durante veinte años. Filipo II se hizo con la corona de Macedonia, era un gran admirador de la cultura griega y su reinado supuso un esplendor para Macedonia. En el 349 a. C. Filipo comienza la conquista de la península Calcídica (entonces pertenecía a Tracia) lo que supuso una reacción antimacedónica entre los atenienses. Aristóteles no era más que un extranjero en Atenas y al no tener derechos como cualquier ciudadano tuvo que huir. Pero poco más tarde lo llamó a Pella Filipo II para que se encargara de la educación de su hijo, Alejandro Magno. En el 336 a .C. Filipo II fue asesinado y Alejandro Magno ascendió al poder, se sabe que en sus campañas iba acompañado  de los grandes científico que recopilaban el materiales que le enviaban a Aristóteles. Aristóteles volverá a Atenas (335 a. C.) y fundará el Liceo donde realizará, él y sus alumnos grandes investigaciones, muchas de ellas relacionadas con biología, filosofía y política. En el 323 a. C. muere Alejandro Magno y de nuevo surge otra reacción antimacedónica y huyó a Calcis donde muere al año siguiente por problemas de estómago.

En la escultura destacan autores tan importantes como Scopas, Praxíteles y Lisipo broncista que modificó el canon de Policleto (cabeza séptima parte de la altura total de la figura) siendo ahora la octava parte lo que dotaba a las figuras de mayor esbeltez. En cuanto a la pintura destacan Pausias y Apeles (pintor oficial de Alejandro Magno). En cuanto a la arquitectura tenemos a Praxíteles y Lisícrataes. Como científicos destacan los matemáticos Teeteto y Eudoxo de Cnido, los oradores como Isócrates y Demóstenes, en cuanto a la historiografía Jenofonte y Tucídides.

En cuanto al marco filosófico, en oposición a Demócrito rechazó el vacío y el azar, para explicar la naturaleza, proponiendo la teleología, pero en común parecen tener el valor que le dan al conocimiento sensible mostrando que la ciencia de las cosas sensibles es posible. Además hay que decir que el universalismo griego se había hecho patente con el pensamiento de Platón, para quien la verdad suprema y la verdadera realidad estaban en las ideas y éstas son universales. En cambio Aristóteles promovió cierto individualismo debido a su actitud realista, gracias a los sentidos se puede conocer la realidad. Este individualismo se detecta no sólo en el pensamiento aristotélico, también en las escuelas que convivieron con él. Como el pensamiento de Epicuro (llegar a la felicidad por medio del placer) y del estoicismo representado por Zenón (alcanzar la felicidad por medio de la sabiduría)       

II. Teleología  [Tª de la Finalidad de Aristóteles]

 Aristóteles tiene del movimiento –y de toda la naturaleza– un concepto finalista (teleológico) y teológico. El movimiento es el paso de la potencia al acto y posee, por tanto, siempre un fin o telos, que es la forma o especie que el movimiento tiende a realizar. Puesto que el acto como substancia precede siempre a la potencia, cada movimiento presupone ya en acto la forma que es su término final. De este modo, todos los seres se mueven naturalmente hacia su fin, que es su propia perfección.
La perfección del mundo, que es el presupuesto de toda la física aristotélica, implica la estructura finalista del propio mundo; es decir, implica que en el mundo cada cosa tenga un fin. La consideración teleológica es esencial a la totalidad de la física aristotélica. Para Aristóteles el movimiento de un cuerpo no se explica sino admitiendo que el mismo tiende naturalmente a alcanzar su lugar natural: la tierra tiende hacia el centro y cada uno de los demás elementos a su propia esfera. El lugar natural de un elemento está determinado por el orden perfecto de las partes del universo. Llegar a este lugar, alcanzando y manteniendo la perfección de todo, es el fin de todo el movimiento físico. En la ley fundamental que explica los movimientos de la naturaleza está presente ya la consideración del telos.
Todo en el mundo es actividad y movimiento, ya sea que se mire el mundo como un conjunto de cambios de forma en un sustrato material, ya sea que se mire como un conjunto de tránsitos de la potencia al acto. La armonía del mundo es una sucesión de cambios de forma y sucesivas actualizaciones de potencialidades, sólo explicable si hay una primera substancia cuya esencia es movimiento sin ninguna clase de potencialidad. Este primer moviente es llamado Dios, porque es eterno, entidad y acto, que “mueve sin moverse”.

Como hemos visto su física está impregnada de metafísica, substancia, accidentes, acto potencia, entelequia, theos, telos... La función de la metafísica será fundamentar los principios que se apliquen a todas las ciencias. Y hay un objeto en el que todas las ciencias coinciden en el ser en cuento al ser.
El término ser es análogo, no es unívoco ni equívoco. No es un término que se aplique a muchos individuos con el mismo significado (silla), ni se aplica a varios individuos con significaciones distintas (gato, como animal o elevador). La analogía se dice en muchos sentidos pero en relación con un naturaleza (sano, se dice de una persona, una planta, un alimento,...)
Como ya hemos visto ser puede significar en acto o en potencia, también ser por sí mismo (substancia) o ser por otro (accidente), pero la sustancia es la forma de algo lo que lo determina o individualiza, pero la ciencia es de lo universal, saldrá de este escollo Aristóteles distinguiendo entre substancia primera (individual, la forma) y substancia segunda (universal, el género o la especie) 

Tª de “la división de los mundos”:

Aristóteles propone un universo esférico compuesto por los cuatro elementos de Empédocles, donde cada uno de ellos tiene su lugar natural determinado por su peso específico o “gravedad esférica” cada elemento se mueve de forma natural, en línea recta hacia el lugar que le corresponde. Los cielos, sin embargo, se mueven de forma natural en un movimiento circular por lo que tiene que estar compuesto de otra materia el éter[1]. La tierra está en el centro, en estado de reposo siendo circundada por cincuenta y seis esferas concéntricas, éstas tienen que ser movidas por un motor y que a su vez ese motor sea inmóvil: Theos. Así la realidad sensible estaba dividida en dos esferas claramente diferenciadas; el mundo sublunar y el mundo supralunar.

III. Antropología

El hombre es un compuesto por materia y forma (hylemortfismo), el cuerpo es la materia y el alma la forma. En el alma distingue tres tipos de funciones: El alma vegetativa común a todos los seres con las funciones de nutrición, crecimiento, reproducción. El alma sensitiva, propia de los animales con funciones de percepción sensible, de deseo, de movimiento local, ...Y el alma intelectiva, capacidad de conocer, este proceso es descrito a partir de las imágenes que nuestra imaginación elabora gracias a lo sensible, luego el entendimiento agente abstrae las formas del entendimiento pasivo, como todo está en acto o en potencia, el entendimiento pasivo ( potencia) es la posibilidad de conocer que tiene el alma, el agente o activo es la causa del conocimiento abstractivo. Así para Aristóteles conocemos los universales o substancias segundas ya que son aspectos que definen al individuo, tienen correlato con la realidad y no son meros términos.

IV. La ética aristotélica: EL FIN ÚLTIMO

Comenzaremos, como él comienza en su ética a Nicómaco, destacando sus diferencias y similitudes con Platón. El acuerdo lo tenemos en que como su maestro, Aristóteles pretende asentar su ética sobre principios firmes lejos del relativismo sofista, y la diferencia está en que Platón separa el bien de la realidad humana y lo hace una idealidad separada, la forma eterna del bien. Aristóteles piensa, que el bien ha de ser del hombre.

El bien tiene carácter de fin y la conducta humana se mueve por fines, muchos de los cuales son medios para fines posteriores. Hay un bien sumo, fin último al que está ordenada toda la actividad del hombre, éste es la felicidad.  Y el verdadero problema consiste en decir en qué consiste la felicidad, comienza afirmando que sin una cierta cantidad de bienes materiales y sin una cierta aceptación social no se puede hablar propiamente de felicidad, pero no aceptará que estos bienes sean la felicidad ni la que la constituyan.

La felicidad ha de determinarse por el carácter objetivo de las actividades naturales, no por criterios subjetivos. Para todo ser el bien es la perfección de su naturaleza y de la actividad de ésta. La actividad más propia del hombre es la correspondiente a su naturaleza racional.

 La virtud  en Aristóteles

Para conseguir el cumplimiento de su naturaleza racional no basta con acciones aisladas, es necesario acciones continuadas, formar un hábito, una virtud (la capacidad de una cosa o persona para realizar su función, para que cumpla bien su finalidad). La virtud es el obrar habitual del hombre en orden a su perfección.

Hay dos clases de virtudes, como dos clases de actividad racional (la teórica y la práctica) las dianoéticas o intelectuales y las éticas o morales. Las primeras perfeccionan el entendimiento, las segundas conducen a las tendencias, al comportamiento de acuerdo con la razón.

Las virtudes éticas o morales son hábitos de decidir bien, es decir, escoger el término medio entre los extremos a fin de acoplar el cuerpo y sus tendencias a la razón, por ejemplo entre el miedo y la temeridad escogeríamos el valor. Se trata de buscar el justo medio entre los extremos, en él consiste la virtud, otro ejemplo, la generosidad sería el justo medio entre la prodigalidad y la avaricia. Entre la arrogancia y el desprecio de sí mismo, la sinceridad, entre la ira y la falta de brío, la amabilidad, entre vanidad y la humildad, la magnanimidad. El término medio se escoge con respecto a nosotros, aunque Aristóteles tiene en mente una regla, que sería la que tendría todo hombre verdaderamente virtuoso, que tendría en cuenta las circunstancias en la que se da el hecho. (por ejemplo, dirá Aristóteles, - un hecho como arrojar la carga del barco por la borda durante una tempestad, ningún hombre lo realizaría en circunstancias ordinarias)

Tanto para la razón teórica como para la práctica. Hay dos virtudes por excelencia, la prudencia para la razón práctica (Ética)  y la sabiduría para la teórica (Intelectual). La prudencia es la disposición por la que nos guiaremos, ésta supone el conocimiento de los fines, y sobre todo del fin último del hombre y los medios para alcanzarlo, la prudencia dictará cual es la acción mejor valorando las distintas circunstancias orientando y coordinando las virtudes éticas.

Las virtudes dianoéticas o intelectuales son las propias de la parte superior del alma. La sabiduría, para la razón teórica, es la perfección máxima de los diversos órdenes de conocimiento, el saber desinteresado, el saber por el saber mismo. Si la felicidad consiste en la actividad conforme a lo más alto que hay en el hombre, y esto es la actividad teorética, la felicidad está en la sabiduría, la actividad teorética por antonomasia. De ese modo se puede identificar la vida teorética con la felicidad y con la plena realización humana.

Para Aristóteles la virtud más importante, que merece mención aparte y a la que dedica más páginas es la justicia, porque “dice siempre relación a otro”, ya que su objeto es conseguir la igualdad en las relaciones humanas. Señala tres clases de justicia la distributiva, que tiene que regular las relaciones de los ciudadanos con el estado y debe regirse por el criterio de proporcionalidad (El Estado ha de repartir los bienes según los méritos: con mayor preparación, mayor responsabilidad y por tanto mayores beneficios). La conmutativa regula las relaciones de los ciudadanos entre sí y se rige por el criterio de igualdad (cada uno ha de recibir lo que ha dado o el equivalente). Y la legal que se refiere a la conformidad con las leyes, todos somos iguales ante la ley y se   actuará en caso de perjuicio para la sociedad o para los ciudadanos producido por otros ciudadanos.

Para Aristóteles no se puede alcanzar la felicidad fuera del estado, “el hombre es un animal político”. Considera que el estado es  anterior al individuo, ya que sólo en el estado puede realizarse la finalidad humana, la felicidad de los ciudadanos, no trata de imponer como Platón a todas las sociedades un estado ideal, lo importante, para Aristóteles es cuál es el mejor estado.

El hombre necesita vivir en sociedad, porque no es ni una bestia ni un dios. Sólo el Estado es autosuficiente y no lo es ni el individuo ni la familia. Aristóteles presenta tres formas de gobierno a través de un criterio numérico: Cuando manda uno, es una monarquía; cuando lo hacen unos pocos, es  aristocracia y cuando son muchos, es una democracia. Estas formas de gobierno pueden corromperse y desencadenar en tiranía, oligarquía y anarquía. La mejor constitución es el justo medio de las tres primeras formas, donde exista la unidad de la monarquía, la gestión de los aristócratas (los mejores) y la elección y control por el pueblo, la democracia.

V. El período helenístico [contesto cultural de Aristóteles]

Se sitúa cronológicamente desde el siglo IV a.C., a partir de la muerte de Alejandro Magno (323 a .C.) y llega hasta finales del siglo II d.C. Las características que dieron lugar a este periodo, se deben al gran imperio formado por Alejandro y a su posterior desmembración en grandes monarquías. Lo que supuso la destrucción de las polis, de las ciudades griegas, basadas en una comunión política donde participaban todos los ciudadanos, por lo que la sensación de poder guiar sus vidas, sus ciudades se diluye. Los griegos se ven con la necesidad de dar un sentido nuevo a sus vidas, para llenar ese vacío creado por la ruptura de sus ideales.

  El gran imperio hizo que la cultura griega se extendiese por distintas áreas geográficas, incluso algunas ciudades superaron en conocimiento a la ciudad de Atenas. Aunque en ésta, además de poseer la Academia y el Liceo se fundaron dos escuelas más, el Jardín de Epicuro y la Stoa de Zenón.   

El epicureísmo y el estoicismo, pretenden dar respuesta al vacío creado por el gran  imperio que resquebrajó el sentimiento de sociedad de comunión de pueblo que tenían los griegos, y se pasa de ciudad a ciudadano, hay una vuelta de la vida pública a la vida privada, a partir de ahora, la persona se basta a sí misma, no tiene nada que decir ni hacer socialmente. En este sentido vamos a dar importancia a las teorías morales, a las costumbres, a sus formas de vida. Pretenden enseñar cual es el comportamiento del hombre sabio pues sólo este puede llegar a ser feliz, identifican la virtud con el saber.

El epicureismo:

La doctrina se fundamenta en las sensaciones de placer y dolor, el placer es bueno y el dolor malo. En este sentido hemos de buscar el placer y alejarnos del dolor. Por placer entiende, no la mera satisfacción de nuestros sentidos, sino un estado en el que no se experimenta ningún dolor ni en el cuerpo ni en el alma. Los dolores y placeres los divide en los corporales y los del alma, aunque en última instancia los del alma son recuerdos de placeres corporales. No todos los placeres son iguales unos ayudan a alcanzar la felicidad y otros nos alejan de ella, para ello es fundamental el conocimiento, ya que hemos de elegir entre placeres y dolores para ello nos guiaremos por la prudencia. La persona sabia es la que no es esclava de sus pasiones, la que pretende alcanzar la autosuficiencia y con ella la ataraxia, es decir que nada nos afecte, conseguir la calma total.

El estoicismo:

Se preocupan por las normas de conducta, pero se preguntan si estas son posibles ya que todo está sometido a la ley que gobierna el universo, en este sentido piensan que todos los seres se comportan según  sus instintos, lo que les lleva a su finalidad, a los animales su instinto les lleva a la conservación de su propio ser, pero el ser humano es un ser racional, por lo que no se limitará a la sólo conservación, al tener una naturaleza racional, ha de guiarse según los dictados de la razón sólo de esa manera serán virtuosos. Como la sabiduría es una, sólo hay una manera de ser virtuosos mediante la prudencia, hay que alejarse de todas las pasiones que condicionan e influyen en nuestro actuar. Sólo el sabio actúa de acuerdo a la naturaleza, porque conoce el orden del cosmos actúa rectamente, sólo así se es virtuoso. El que todo conoce nada le afecta, nada teme, domina todas las pasiones de esa manera alcanzará la ataraxia.   


[1] Según el DRAE: Esfera aparente que rodea a la Tierra. Fluido sutil, invisible, imponderable y elástico que, según cierta hipótesis obsoleta, llena todo el espacio, y por su movimiento vibratorio transmite la luz, el calor y otras formas de energía.

". "Sólo hay un bien: El conocimiento. Sólo hay un mal: La ignorancia" Platón cita a Sócrates

Mito o Alegoría de la Caverna de Platón
Mito con el que Platón describe nuestra situación respecto del conocimiento: al igual que los prisioneros de la caverna que sólo ven las sombras de los objetos, nosotros vivimos en la ignorancia cuando nuestras preocupaciones se refieren al mundo que se ofrece a los sentidos. Sólo la filosofía puede liberarnos y permitirnos salir de la caverna al mundo verdadero o Mundo de las Ideas.

A vosotros [políticos] os hemos formado en interés del Estado tanto como en el propio vuestro, para que seáis en nuestra República nuestros jefes y vuestros reyes.” Platón



Mito o Alegoría de la Caverna
Mito con el que Platón describe nuestra situación respecto del conocimiento: al igual que los prisioneros de la caverna que sólo ven las sombras de los objetos, nosotros vivimos en la ignorancia cuando nuestras preocupaciones se refieren al mundo que se ofrece a los sentidos. Sólo la filosofía puede liberarnos y permitirnos salir de la caverna al mundo verdadero o Mundo de las Ideas.
         En el libro VII de “República” (514a-516d), Platón presenta el mito de la caverna. Es, sin duda, el mito más importante y conocido de este autor. Platón dice expresamente que el mito quiere ser una metáfora “de nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación”, es decir, sirve para ilustrar cuestiones relativas a la teoría del conocimiento. Pero tiene también claras implicaciones en otros dominios de la filosofía como la ontología, la antropología e incluso la política y la ética; algunos intérpretes han visto también implicaciones religiosas.
 La descripción del mito tal y como lo narra Platón en “República” se articula en varias partes:
1. descripción dela situación de los prisioneros en la caverna.
2. descripción del proceso deliberación de uno de ellos y de su acceso al mundo superior o verdadero.
3. breve interpretación del mito.

I. DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN DE LOS PRISIONEROS
          Nos pide Platón imaginar que nosotros somos como unos prisioneros que habitan una caverna subterránea. Estos prisioneros desde niños están encadenados e inmóviles de tal modo que sólo pueden mirar y ver el fondo de la estancia. Detrás de ellos y en un plano más elevado hay un fuego que la ilumina; entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto al borde del cual se encuentra una pared o tabique, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima de él, los muñecos. Por el camino desfilan unos individuos, algunos de los cuales hablan, portando unas esculturas que representan distintos objetos: unos figuras de animales, otros de árboles y objetos artificiales, etc. Dado que entre los individuos que pasean por el camino y los prisioneros se encuentra la pared, sobre el fondo sólo se proyectan las sombras de los objetos portados por dichos individuos.
 En esta situación los prisioneros creerían que las sombras que ven y el eco de las voces que oyen son la realidad.
         ii. proceso deliberación del cautivo
         A. Subida hacia el mundo exterior: acceso hacia el mundo verdadero.
         1. En el mundo subterráneo.
 Supongamos, dice Platón, que a uno de los prisioneros, “de acuerdo con su naturaleza” le liberásemos y obligásemos a levantarse, volver hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. El prisionero sería incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se encontraría confuso y creería que las sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que las cosas que ahora ve. Si se le forzara a mirar hacia la luz misma le dolerían los ojos y trataría de volver su mirada hacia los objetos antes percibidos.
         2. En el mundo exterior.
 Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior sentiría dolor y, acostumbrado a la oscuridad, no podría percibir nada. En el mundo exterior le sería más fácil mirar primero las sombras, después los reflejos de los hombres y de los objetos en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y la luz de los astros y la luna. Finalmente percibiría el sol, pero no en imágenes sino en sí y por sí. Después de esto concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años, que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.
 Al recordar su antigua morada, la sabiduría allí existente y a sus compañeros de cautiverio, se sentiría feliz y los compadecería. En el mundo subterráneo los prisioneros se dan honores y elogios unos a otros, y recompensas a aquel que percibe con más agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en la sucesión de la sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar. Esa vida le parecería insoportable.

         B. Regreso al mundo subterráneo, exigencia moral de ayuda a sus compañeros.
         1. Confusión vital por la oscuridad de la caverna.
 Si descendiera y ocupara de nuevo su asiento tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, sería incapaz de discriminar las sombras, los demás lo harían mejor que él, se reirían de él y dirían que por haber subido hasta lo alto se le han estropeado los ojos y que no vale la pena marchar hacia arriba.
         2. Burla y persecución.
 Si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz se burlarían de él, lo perseguirían y lo matarían.
         iii. interpretación
A.      Comparación de las realidades.
B.      Debemos comparar la región visible con la morada-prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol.
C.       Comparación delos procesos.
El ascenso y contemplación de las cosas de arriba es semejante al camino del alma hacia el ámbito inteligible.
D.      Valor de la Idea del Bien.
Objeto último y más difícil del mundo cognoscible: la Idea del Bien. Idea del Bien: causa de todas las cosas rectas y bellas; en el mundo visible ha engendrado la luz y al sol, y en el ámbito inteligible es la productora de la verdad y de la inteligencia; es la realidad que es necesario ver para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.

MITO DEL AURIGA (O CARRO ALADO) DE PLATÓN E ISOMORFISMO SOCIO-POLÍTICO

Mito o alegoría del auriga ( o carro Alado)

"El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos" Platón 

Alegoría que utiliza Platón para describir las partes del alma y el afán humano por el conocimiento y el ser.

En el diálogo “Fedro” Platón trata la cuestión del la esencia y partes del alma. Comienza señalando que parece más adecuada, dada la dificultad del tema, la exposición alegórica que la investigación racional e inmediatamente nos presenta el mito del carro alado. Veamos un resumen literal del mismo: el alma es como una fuerza natural que mantienen unidos un carro y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos y los aurigas delos dioses son todos ellos buenos; los de los hombres no. En nuestro caso, el auriga guía una pareja de caballos, uno hermoso y bueno, otro feo y malo, por lo que para nosotros la conducción resultará dura y difícil.
 El alma tiene como tarea el cuidado de lo que es inanimado y recorre todo el cielo. Cuando es perfecta vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio la que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece tomando un cuerpo terrestre. A causa de la fuerza del alma, este cuerpo parece moverse a sí mismo y ambos ―cuerpo y alma― reciben el nombre de ser viviente.
 La fuerza del ala consiste en llevar hacia arriba lo pesado, elevándose hacia el lugar en donde habitan los dioses. Lo divino es hermoso, sabio y bueno y esto es lo que más alimenta y hace crecer las alas; en cambio lo vergonzoso, lo malo y todas las demás cosas contrarias a aquellas las consume y las hace perecer. Dirigidas por Zeus, las almas de los dioses y las delos hombres marchan por el cielo ordenando y cuidando todo. Después de realizar su tarea van a buscar su alimento hacia el mundo supra celeste, hacia la realidad que se encuentra más allá de la bóveda del cielo. En ese lugar se halla la Justicia, la esencia cuyo ser es realmente ser, el ser incoloro, intangible, cuya esencia es sólo vista por el entendimiento, piloto del alma, y alrededor dela que crece el verdadero Saber, pero no la ciencia de lo que nace y muere, de lo relativo, sino la ciencia de lo que es verdaderamente-ser.
 Las almas de los dioses, dado que son conducidas por dos caballos buenos y dóciles, ascienden sin problemas. La mente de los dioses se nutre de un saber y entender puro por lo que al ver lo que allí se encuentra, se alimenta, se llena de contento y descansa hasta que el movimiento, en su ronda, la vuelve a su sitio. Las almas de los hombres suben con dificultad pues el caballo que tiene mala constitución es pesado e inclina y fatiga al auriga que no lo ha alimentado convenientemente. Así se encuentra el alma con su dura y fatigosa prueba.
 De las almas humanas, la que mejor ha seguido al dios y más sele parece consigue ver algo, otras no pueden alcanzar la visión del ser, por lo que les queda la opinión por alimento, “el porqué de todo este empeño por divisar dónde está la llanura de la Verdad, se debe a que el pasto adecuado para la mejor parte del alma es el que viene del prado que allí hay, y el que la naturaleza del ala, que hace ligera al alma, de él se nutre.” Las almas que no han podido vislumbrar nada de lo que allí se encuentra se van gravitando llenas de olvido y dejadez, pierden las alas y caen a tierra.

2. Con texto político, social cultural y filosófica de Platón:
En contexto social y cultural de Platón, es el siguiente: Platón nació en Atenas en el  año 427 a. C. Perteneció a una familia aristocrática, durante toda su vida pretenderá crear una ciudad rica moral espiritualmente hablando, vertebrada por la idea de Justicia; lo cual se lograría mediante la educación, el esfuerzo y el trabajo de todos los ciudadanos. Atenas vive tiempos de inseguridad e incertidumbre, pero deja patente una gran creatividad cultural -pues de ello nos ha quedado huella-, destacaba ya, en edad tan temprana, en artes como la arquitectura o la escultura y es la época también de los grandes autores de la tragedia griega: Esquilo, Sófocles, y Eurípides. Esta época de esplendor empieza a mermar en el 430 a.C, justo antes de que naciera Platón, y va en declive hacia una época decadente.
En cuanto al estado económica de Atenas, la mayoría de los atenienses eran comerciantes; por tanto al ejercer su trabajo estaban en contacto con otras culturas, gracias al comercio se hizo indispensable el uso de la moneda.
En el 404 a.C, Atenas se rinde ante Esparta imponiéndose así el ‘Gobierno de los 30 tiranos’, tras éste, aparece un gobierno democrático y se da el juicio y condena de algunos de los anteriores miembros del anterior gobierno, como por ejemplo Sócrates.
Platón, como es lógico, lucha sin conseguir que no se mate a su maestro, Sócrates; tras la muerte de éste, Platón viaja desengañado y pesimista a Italia, donde entra en contacto inmediato con la escuela pitagórica en auge. Este contacto le contagia de nuevo las ganas de luchar por lo que Platón considera que es justo y volverá a Atenas con la aspiración, que ya nunca abandonará, de establecer un nuevo modelo de gobierno donde gobierne el mejor, el más dotado, el más sabio, que no será otro que el filósofo [postulado metafóricamente en el mito del auriga]. Pues el filósofo conoce bien el mundo de las ideas, es decir, la perfección.
El contexto filosófico, que se mezcla con el político, está marcado por la presencia de los sofistas, que dominaban el arte de la palabra, la Retórica. Estos estaban más preocupados por vencer al adversario con el uso de la palabra que por la verdad de lo que comunicaban. Platón tratará de superar esta falta de amor por el saber, luchará contra el escepticismo y el relativismo de los sofistas considerando que es la verdad lo que mide la calidad de un argumento y afirmando no sólo la existencia de la verdad, sino también la posibilidad de su conocimiento.
En cuanto al contexto político, el principal exponente de la democracia ateniense fue Pericles, el cual desde el 461 a .C. hasta su muerte en el 429 a .C. dominó la política ateniense. Este período representa el punto culminante del Imperio Ateniense, de la democracia ateniense y del esplendor artístico y cultural de Atenas. “Democracia” significa gobierno del pueblo. Y en Atenas esto se tomaba al pie de la letra. La facultad popular de gobierno no se delegaba en unos representantes elegidos. Era el pueblo entero el que, directamente, ejercía el poder y gobernaba. Y la principal institución del estado era la Asamblea Popular, integrada por el pueblo entero; pero la asamblea no era la representación de todos los habitantes atenienses, sino sólo de los “ciudadanos”. Sin embargo, esta democracia era un tanto distinta de lo que hoy entendemos por tal. En efecto, de los quinientos mil habitantes que llegó a tener Atenas en el siglo V a.C., aproximadamente trescientos mil eran esclavos, que no poseían ningún derecho, y cincuenta mil metecos, extranjeros, que carecían de derechos civiles. Si del resto no tenemos en cuenta a las mujeres, que no eran consideradas como ciudadanos, ni a los niños, que tampoco lo eran de hecho, resulta que el número de “auténticos ciudadanos” era de cincuenta mil, es decir, sólo de alrededor de un diez por ciento de la población.
La asamblea era soberana, su poder era total y absoluto, no sometido a ningún tipo de limitación. Cada reunión de la asamblea era un mitin y el que mejor hablaba o más divertía o impresionaba a la audiencia, el que lograba apasionarla, dominaba la situación política. Era, por tanto, muy importante tener una gran capacidad oratoria, una gran capacidad de convicción. Fue en este contexto en el que apareció la sofística como una filosofía que lo relativizaba todo, sometiéndolo al poder de la palabra y al poder de convicción. La verdad, lo verdadero, ya no estaba en un mundo ideal independiente de nosotros, sino que era ‘verdadera’ era aquella opinión que vencía en una disputa dialéctica. En contraposición a esta filosofía surgió Sócrates y posteriormente su discípulo, Platón, para los cuales había verdades ciertas, tanto en ética como en política, verdades que eran independientes de la mera convención o de la mera conveniencia  como ocurría con los sofistas.
3. El orden político
La justicia será el ordenamiento adecuado de estas tres partes del alma; tal ordenamiento tendría lugar cuando cada parte del alma ejerza la función que le es propia.
Platón es, ante todo, un pensador político, su obra más importante es La República, que está dedicada a diseñar un sistema político ideal. Según Platón, el Estado posee la misma estructura tripartita que el alma [el mito del auriga es una parábola de la sociedad de la polis] Tres son las clases sociales que comportan un Estado:
Productores: Dedicados a la actividad económica, a la producción de bienes o al comercio.
Guardianes, auxiliares o soldados: Dedicados a la defensa y salvaguardia del orden a través de tareas militares.
Gobernadores: Dedicados al gobierno y gestión de la polis. (serían el equivalente ‘al auriga’).
Según esto, cada individuo y cada grupo social ha de dedicarse a la tarea que le es propia y, de este modo, el Estado cumplirá con el ideal de Justicio, será justo, sólo si cada uno desempeña el papel que le corresponde.
Las virtudes propias de los gobernantes de un estado son la prudencia y la sabiduría; las delas de los guardianes, la fortaleza y las de los productores la moderación o templanza. El cumplimiento de esto llevaría a un Estado utópico e ideal que denomina ‘el gobierno de los sabios’.
La utopía platónica comporta otras medidas; Platón proclama la absoluta igualdad entre hombres y mujeres, éstas serán educadas y entrenadas del mismo modo que los hombres (esto cambiará en época de Aristóteles, como ya veremos).
En su última obra, Las Leyes, Platón llega a la conclusión de que este sistema es verdaderamente utópico puesto que es difícil encontrar gobernantes que sean verdaderos sabios, de modo que este gobierno fue sustituido por otro en el que se da un sometimiento estricto de los gobernantes a las leyes: ordenamiento jurídico.


Estructura de la polis
Gobernantes o filósofos reyes
Guardianes o auxiliares
Artesanos o productores
Función de los estamentos sociales
Gobierno del estado
Defensa contra los enemigos interiores y exteriores
Producción de los bienes necesarios
Virtud de vada estamento social
sabiduría o prudencia
Valor o coraje
Moderación
       La armonía de los estamentos sociales tiene como resultado: Justicia en la ciudad
Partes del alma
Racional
Irascible
Concupiscible
Función de cada parte del alma
Conocimiento
Voluntad
Deseo
Virtudes morales
sabiduría o prudencia
Valor o coraje
Moderación
               La armonía de las partes del alma tiene como resultado: Justicia en el hombre
Tipos de gobierno

Aristocracia [En ciertas épocas, ejercicio del poder político por una clase privilegiada, generalmente hereditaria]

Timocracia  [Gobierno en que ejercen el poder los ciudadanos que tienen cierta renta]
Oligarquía [ Gobierno de pocos, PERTENECIENTES A LA MISMA CLASE SOCIAL]
democracia [Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado]
Tiranía [ Gobierno DE imposición en grado extraordinario  ejercido por un tirano]